En la
Revista PUKARA, Nº 119, de julio de 2016 (La Paz, Bolivia), se publica el
artículo que les comparto que no trata de poesía, sino de la primera novela
escrita en un idioma originario o nativo, sin traducción al castellano.
Todos saben
que como primera lengua me enseñaron el castellano, que aprendí la fonética
escuchando a mis padres, y que lentamente he venido aprendiendo a hablar
mapuzugun, aunque estoy lejos de hacerlo de modo fluido. Llegar a pensar en
mapuzugun es un sueño.
He
leído varios textos en nuestra lengua; pero, en general – dependiendo de quien
haya escrito – la cuestión se torna difícil, sobre todo cuando se trata de
autores no mapuche como los cronistas, curas y “ólogos” en
general, porque escriben como se les antoja.
Quizás
a algún peñi o lamgen que tenga dominio sobre el mapuzugun tenga la buena idea
de escribir – sin traducción – algún texto breve para empezar, sin importar los
reclamos de aquellos que no entienden. Pues, habrá que hacer el esfuerzo.
… o lo
haré yo, cuando haya aprendido un poco más.
***
AQUPAMPA, PRIMERA NOVELA EN LENGUA PROPIA
AMERICANA
Pablo
Landeo Muñoz*
AQUPAMPA
(2016), mi primera novela escrita en runasimi, sin traducción al castellano, es
andina, rebelde y urbana, a su manera. Desarrolla temas relativos a la migración, al amor, a la fuerza de los andinos para forjar
una ciudad, a la violencia desatada por Sendero Luminoso en 20 años de terror y
muerte. Por su condición andina, no
podía estar despojada de su carga mítica ni de todo los referentes culturales propios de este espacio.
Aqupampa, Arenal, es la primera novela en una lengua
originaria de América, sin traducción al
castellano. En Bolivia, se han publicado cuentos extensos en quechua y castellano, conozco uno de esos cuentos, lo
he leído con suma alegría y celebrado sus cualidades estéticas, me refiero a
Saqapa, El cascabel, de Ginés Cornejo Endara (2013)[1];
en Paraguay se ha publicado la novela Kalaíto Pombéro (Tadeo Zarratea, 1981)[2],
en guaraní y en versión castellana; lo leí de igual manera con agrado,
sorprendentemente en su tercera edición (2012). Estos libros llegaron a mis
manos gracias a César Itier, incansable viajero y compañero de actividades académicas
en el Instituto Nacional de Lenguas y Civilizaciones Orientales, en París. No
manejo noticias respecto a publicaciones sobre narrativa, en otras lenguas
originarias de América.
Escribí Aqupampa en runasimi, por simple
necesidad. Un bilingüe que utilizó desde wawa el runasimi y el español para comunicarse
cotidianamente, no podía vivir de espaldas a su lengua materna. A medida que iba
desarrollando mis capacidades para escribir, leer y reflexionar en runasimi,
los deseos de escribir en esta lengua fueron convirtiéndose en una necesidad ineludible.
Pero Aqupampa y otros escritos míos en quechua tienen también su carga reivindicativa,
por ello con mi chiktantar pugnando en
runasimi, luego de algunas reflexiones, decidí escribir en runasimi, sin
traducción al castellano (las justificaciones
de esta decisión se hallan en Runasimipi qillqaqmasiykunata qayakuy / Llamado
a mis hermanos que hablan y escriben en
runasimi (2012) y en mi libro de relatos Wankawillka (2013)[3].
Aqupampa y las demás producciones escritas
por los andinos, en quechua, quechua y español (y otras lenguas nacionales)
constituirán -imagino- el corpus para discutir, reflexionar y cuestionar el
Bicentenario de nuestra independencia. Para fecha histórica tan particular seguramente se realizarán diversos
eventos y celebraciones fastuosas; se
resaltarán, pienso, la memoria de nuestros héroes, la valentía, la
fraternidad de pueblos hermanos para terminar con el absolutismo y muchas
etcéteras (hasta se les ocurrirá invitar
a su majestad, el rey). Y aquí surge una interrogación que desde hace un tiempo,
me he permitido plantear en andino, en serrano, en quechua, dirigiéndome a mis
wawqi-paniy-kuna y a quienes se interesen por el destino de las andinos en el
Perú: ¿Bicentenario pachapi, ñuqanchik runakunaqa, imatam hayllisunchik? Es
decir; ¿y los runas, los andinos, qué celebraremos en el Bicentenario de
nuestra supuesta independencia? Esta novela es un desafío para
los escritores quechuas porque puede otorgarles la confianza necesaria para
escribir en quechua, sin traducción al español. De modo que a partir de un corpus
de literatura escrita en quechua, sin traducción, que pueda ir creciendo, sea
posible discutir nuestra independencia, al menos desde la palabra. El desafío es también para los lectores
y para la nueva crítica literaria peruana.
Aqupampa fue escrita en el invierno de París,
el 2014. Para fines de diciembre ya tenía la primera versión, con sus taras,
defectos y todo, mis personajes se habían erigido e impuesto al frío, a las brumas, modelado acaso por el
canto de los cuervos, a quienes los veía
pasar desde el octavo piso de mi habitación, muy cerca de la Sena. En
principio sus orígenes se hallan en un
cuento de unas 10 páginas, un cuento imperfecto y lleno de oscuridad. La
imperfección, la oscuridad de los personajes exigían visibilizarse hasta que un
día pude sintonizar con ellos y sin planificación previa, empecé a escribir
semanas previas a Año Nuevo; después de cada breve capítulo, cada personaje reclamaba
el derecho de ser visibilizado, cada situación llamaba desde su oscuridad ser esclarecida,
en poco menos de un mes tenía el primer borrador, mi primera creatura, mis personajes con quienes después sufrí, amé
y celebré la vida en París.
Aqupampa, solo es un puñado de arena, de ese
inmenso arenal nuestro de cada día. Aquí, el texto que acompaña la contratapa:
“Imaynanpitaq
paywan pantarurqaku?” nispam tapukullani, waqallani. Ñawsachu, machasqachu,
utisqa umayuqchu karqaku, taytaywan pantanankupaq? Hinaspaqa pantasqankumanta willakuqraq wasiyman
hamurqaku ‘Pantarurqanikum taytaykiwanqa’ nispa. Upachu, sunsachu kani, chay
kuwintuwan hamuwanankupaq? Imaynataq runapa
kawsayninwan pantachwan? Papelcha tarisqay tutaqa Carloscha maskaqmi
yaqalla rirqani. Rispayqa kunkantapas
kuchuramuymanmi karqa, llapa rabyaykunawan, hinaspam ‘Allqukunaqa kaynam wañunku’
niq qillqata saqiykuspay pasakamuyman
karqa. Chaynarquptiy pitaq ‘qanmi sipirurqanki’ niwanman karqa? Chaynarquspaypas manam hawkachu kayman karqa. Chay yana
chunchulnintapas urquruspaymi allqukunaman qaraykamuyman karqa, yawarnintapas
quñillatam upyarqamuyman karqa,
hinasparaqmi chukllantapas kañaykamuyman senderokunahina, ismusqa sunqunpas
uchpayananpaq, runamasiykunata manaña waqachinanpaq.
París, mayo del 2016.
* Pablo Landeo Muñoz es
miembro del Instituto Nacional de Lenguas y Civilizaciones Orientales, Paris,
Francia.
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