(Erwin Quintupill-Saltapura)
Ella llegó a mi vida cuando bajé
a la suya
Y a la de su compañero: mi padre.
No creo que haya requerido de un
ataque menopáusico
Para decidirse a por mí
Mi padre, tampoco
Ninguno de los dos
Simplemente, en algún recodo de
sus vidas aprendieron a amar
De un modo extraño
Diferente al desatado
Por los impulsos reproductivos
Abundantes en el extenso grupo
familiar
Abundantes, como cartas de cardo
en verano temprano
Hicieron de mi vida un juego
De mi madre recuerdo el aroma de
sus comidas
El de su delantal oliendo a
verduras cultivadas por ella
Sus manos sanadoras en mi vientre
Sus palabras firmes y serenas
llamándome a la cordura
Ahora que he vuelto para siempre
Lo mismo que cuando regresaba por
momentos
Suelo ir al cementerio
Sitio de mis juegos infantiles
Para hablar con ella y con él
Pues ambos partieron hace muchos
años ya
Me siento a su lado
Al de cualquiera
Y
Descanso
Pienso y
Sonrío
Ah! No llevo flores. No me gusta
cortarlas.
Para el día de los muertos
preparo flores de papel
Y nuestra cuota de vino
Voy a menudo, por gusto no más
Porque así los echo menos de
menos
Porque se afirma su ejemplo en mi
conciencia
Por eso, cuando anuncian el día
de la madre o el del padre…
Sí, el del comercio, ampliamente
publicitado
No voy
Claro que no…
Porque no voy a comercializar la
presencia más amada en mi existencia.
En resumen:
Así, como en Dictadura gritábamos
por las calles
En contra de la Constitución
Ahora digo que
Al día de la madre me lo paso por
la raja.
El día de la madre me lo paso por
la ra… ja!!
El día de la madre me lo paso por
la ra… ja!!
El día de la madre me lo paso por
la ra… ja!!
El-dí-a-de-la-madre-me-lo-paso-por-la-ra-ja!!
Aunque dudo que muchos/as de uds
vayan a sumarse a esta consigna y a esta práctica.
10.10.19
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