viernes, 1 de julio de 2011

CORDÓN DE NUDOS

(Marcial Colin – Villarrica)

Si mis palabras fueran lanzas y piedras,
Si mis palabras fueran viento poderoso
y rayos de justicia.
Si mis palabras bastaran para decirle
a esta montaña que cambie de lugar,
te las regalaría y las enviaría a tus brazos
para que resucites a tus muertos
y encadenes a la más alta cruz del mundo
a los asesinos, homicidas, explotadores,
rastreros y eunucos del imperio,
que roban la vida de los nuestros.
Son sólo palabras.
Pero aún así, cabalgaré de noche
y llevaré el cordón de nudos
a todas las tabernas clandestinas.
Ahí están los que no han sucumbido,
los vagabundos, los hombres y mujeres
que fuman hierbas y beben sus licores
fermentados con escupos de desprecio.
Ahí están los poetas que prenden velas
a sus obras,
solamente,
porque descifraron las lenguas de los árboles,
y amaron hasta la última gota del momento.
Porque descifraron el rastro de los pájaros
en el cielo
y evitaron batallas perdidas de antemano.
Una flecha azul los lleva ahora al infinito
y al auténtico sabor de las mujeres.
Por eso esperan en las tabernas clandestinas.
Ahí están los que no han sucumbido.
No habrán lágrimas de adioses,
sino tan sólo días desatando los nudos
del cordón.
Un minuto de silencio no basta
para que la humanidad silencie
todas sus masacres.
Un minuto de silencio
es suficiente para vaciar un mar de lágrimas
que se nos van hacia adentro.
Si mis palabras fueran…
Si mis palabras pudieran…
Es mi palabra.

En: Aliaga, Cristian. Escribir en la muralla. Poesía política mapuche. Ediciones del IMPC y Ediciones Centro Cultural de la Cooperación, 2010. Buenos Aires.

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